Ambos equipos salieron a ganar, porque, aunque sin reconocerlo abiertamente, los dos preferían medirse en los cuartos a Perú y evitar a México y además hacerlo sin moverse de Barquisimeto. Argentina, que tenía la obligación de ganar para ser primera, se encontró con una selección paraguaya pegajosa e incómoda, pero también vertical cuando pudo, y para ello se intentó reivindicar el delantero Salvador Cabañas, quien había salido en los segundos tiempos de los anteriores partidos y le marcó dos tantos a Colombia y uno a Estados Unidos. Pese a todo, los albicelestes, con muchos cambios pero también con mucha calidad en los llamados 'suplentes', ganó metros paulatinamente y posesión del balón, por lo que ya al cuarto de hora el zaragocista Pablo Aimar estuvo cerca de colar el balón en la meta de Aldo Bobadilla tras una bonita y trenzada jugada.
Fueron avisos de un equipo que lo intentó constantemente y que no siempre encontró la fórmula acertada para desbordar a un Paraguay que no le puso ningún ritmo al partido y que buscó el contragolpe como arma para sorprender. Basile empezó a tirar de titulares y de una tacada puso en el campo al centrocampista Javier Mascherano y al delantero Lionel Messi, éste solicitado desde hacía minutos por los espectadores, y la reacción llegó porque el joven punta del FC Barcelona le dio más rapidez al juego y el medio del Liverpool fue el que abrió el marcador con un gol de precisión. Ahora Argentina jugara con nuestra seleccion de Peru , como diria aquella frase que invocaba al Chapulin Colorado : " Oh y ahora quien podra ayudarnos ??".
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