Los mundialistas peruanos retomaron hoy domingo el ritmo de trabajo tras una gratificante jornada de descanso sabatino, en la que cada quien tuvo la libertad de descansar en el hotel, quedarse en la piscina, chatear hasta morir o salir de compras. Como era domingo, los mundialistas peruanos escucharon misa y luego se dirigieron muy temprano a entrenar en el campo adjunto al Estadio Mundialista de Suwón. Ironías de la vida. Se optó por ese horario temprano para evitar el efecto del calor pero a esa hora, nueve de la mañana, hora coreana, el sol salió con más fuerza que nunca.
Pero ese fue el único inconveniente. En la práctica misma todo transcurrió con normalidad. Correa ya trabaja con el resto de sus compañeros y Juan Arce parece haber reaccionado bien al tratamiento tras el pisotón que lo sacara del campo en Jeju ante Costa Rica. Manco y Hernández, este último suspendido, trabajaron con una menor intensidad por precaución solamente, mientras que La Torre tuvo problemas digestivos al final del trabajo.
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