Cristian La Torre en el partido inaugural sufrió el rigor de la defensa coreana y desde entonces todos estamos esperando que se recupere y vuelva a aportar u extrañada fuerza. En la antesala del almuerzo, sus compañeros le juegan bromas y le dan consejos porque, en el fondo, todos intuimos que ante Tayikistán podrá alternar por fin nuevamente .
- Cristian, sé que has estado de malas. Primero el tobillo y luego el problema estomacal pero, ¿todo quedó ya atrás?
- Bueno eso es lo que yo espero por eso yo ando tranquilo nomás esperando mi hora
- Y tal parece que tus compañeros hacen hora contigo y tus deseos de volver...
- Eso a mí no me interesa, en verdad solamente quiero recuperarme del todo y esperar la hora del partido para demostrarlo todo
- ¿El tobillo es un recuerdo o todavía sientes algún tipo de molestia?
- No, no, todavía hay una ligera molestia ahí, que no termina de irse, pero ya nada serio felizmente
- ¿Y cómo fue ese tema estomacal del otro día, comiste algo que te cayó mal?
- Sí tuve un problema inesperado, pero no fue por la comida. Creo que una vitamina que tomé me cayó mal aunque la comida tampoco va conmigo. Estoy esperando nomás
- Todos recordamos que esta ruta que nos tiene en Corea se inicia en Ecuador con el golazo de un tal Manco, pero previamente hubo un verdadero jugadón de La Torre, ¿verdad?
- Bueno, pero lo importante es el equipo en conjunto y si jugamos bien el gol va allegar y no importa quién la meta
Así es Cristian La Torre, el goleador extrañado. Su especial fortaleza lo vuelve muy peligroso pero, especialmente, representa un gran alivio par Manco y Ávila que, en su ausencia, han tenido que bregar más de lo necesario para abrirse espacios.
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