El Chelsea se alzó ayer con la victoria en el partido por el tercer puesto de la Copa de los Ferrocarriles de Rusia (RZD) al aplastar al Milán (5-0) con cuatro goles del francés Nicolás Anelka y uno de Lampard. El partido fue un monólogo del equipo inglés, que resolvió el partido en los primeros veinte minutos, cuando marcó tres goles. El Milán volvió a dar un pobre imagen, especialmente los defensas y el portero, que dieron todo un recital de despistes y fallos de colocación. El dueño del Chelsea, el magnate ruso Román Abramovich, no creía lo que veía y no dejó de aplaudir todos y cada uno de los goles de su equipo, imagen que mostraron los monitores del estadio.
Anelka demostró que será importante en esta temporada y esto deja sin lugar a Claudio Pizarro, quien se recupera de una lesión. Y en el partido por el título, el Sevilla se coronó campeón al derrotar al Lokomotiv Moscú (3-0) en un partido en el que el equipo español recordó en la primera parte al que se alzó con la Copa de la UEFA (2006 y 2007). El técnico sevillista, Manolo Jiménez, introdujo seis novedades con respecto al partido de semifinales frente al Milán (1-0), pero el equipo no bajó un ápice su rendimiento. Los marfileños Romaric y Koné y el uruguayo Chevantón fueron los autores de los goles del club español.
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