Como Argentina esperaba, Australia jugó cerrándose bien en la defensa y apostando por un contraataque de pase largo, pero Riquelme, Agüero, Messi y Lavezzi encontraban los huecos adecuados una y otra vez, y el encuentro se fue convirtiendo cada vez más en un asedio incesante de los sudamericanos contra la portería de Federici. El veterano delantero australiano Archie Thompson (PSV Eindhoven, Holanda) desperdició una de las ocasiones más claras de su equipo durante la primera parte (min. 38), cuando se quedó solo ante Ustari pero disparó demasiado pronto, con un tiro que se fue muy alejado del palo izquierdo.
Entretanto, Argentina fue brindando momentos de buen fútbol, como una pared de Messi con Riquelme, tras la que el rosarino acabó estrellando el balón fuera, con un disparo bien intencionado desde lejos, que a punto estuvo de entrar sorprendiendo a Federici (min.44).
Llegados al descanso, aunque sin goles, Argentina había logrado nueve tiros a puerta contra el único de Thompson, y cuatro córners contra uno, y sólo le faltaba abrir un poco más su juego para empezar a cañonear la portería australiana con mejores resultados.
En el segundo tiempo Argentina saltó al campo consciente de sus errores y empezó a aprovechar mejor las bandas, y en los dos minutos siguientes creó así varias oportunidades de peligro, como un remate de Lavezzi frente al portero que no encontró la red (min. 46) y otro disparo de Mascherano que a poco estuvo de ser gol (min. 48). Hasta ocho y nueve jugadores australianos llegaron a atrincherarse en la defensa en ocasiones, mientras pasaban los minutos y los albicelestes empezaban a sentir que se les escurría la posibilidad de clasificarse hoy para cuartos. Al final, el gol llegó en una gran jugada de toques rápidos e impecables entre Messi, Riquelme y Di María, jugador del Benfica (Portugal), que puso un pase perfecto a Lavezzi, quien con un potente disparo consiguió reflejar en el contador la superioridad albiceleste (min.77).
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