A punta de corazón, ése que se adueña de las piernas cuando los problemas extradeportivos nublan la mente, Sport Boys volteó un partido que perdía y derrotó 2-1 a un Alianza Lima oficialmente en crisis. Algo pasa con los íntimos, que no pudieron controlar el encuentro. Los rosados se vieron abajo en el marcador y se volcaron en campo de Alianza, que no supo contener el vendaval. Un vendaval con un corazón enorme, mayor al fútbol que pudieron crear sus cerebros. Porque fue con coraje, con ganas y con valentía hacia adelante, logrando una victoria que le permite subir en la clasificación.
El primer tanto llegó a los 7 minutos de la segunda parte. Wilmer Aguirre añadió un centro de Fernández, venciendo a Libman y silenciando a los hinchas porteños, que ya veían en su casa una nueva derrota. Pero el Boys metió. Metió y metió. Y así, metiendo, consiguió un autogol a favor. Arakaki en su intento de rechazar un centro de Cabada empujó el balón al fondo del arco. Era el empate.
El corazón no se apagó, Alianza no reaccionó, y el gol de la victoria llegó. Con un centro de Marco Ruiz, los rosados se quedaron con el triunfo gracias a un gol de cabeza de Gianfranco Espinosa.
Sport Boys revivió con su gente, mientras que los de La Victoria empiezan a agonizar. Tres derrotas en una semana parecen el veneno perfecto para un equipo que ya no sabe qué hacer. Alianza Lima entra en zona roja.
Sport Boys revivió con su gente, mientras que los de La Victoria empiezan a agonizar. Tres derrotas en una semana parecen el veneno perfecto para un equipo que ya no sabe qué hacer. Alianza Lima entra en zona roja.
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