Chelsea vencio a Liverpool ayer en Stamford Bridge por 3-2 en la prolongación, y en su primera final del torneo enfrentará al Manchester United. Los londinenses acumulaban tres eliminaciones en semifinales desde 2004 y, en la ocasión, rompieron el maleficio para poder disputar el 21 de mayo próximo la primera “all English final” en Moscú. Cinco años después de haber comprado el club e invertido cifras fabulosas en jugadores, el financiero ruso Roman Abramovich puede soñar con el máximo título europeo. El Chelsea se impuso en un dramático partido definido en tiempo extra. En el partido de ida igualaron 1-1 pero ayer los “blues” se pusieron en ventaja por intermedio de Didier Drogba a los 33 minutos.
El Liverpool forzó la prórroga, tras el 1-1 registrado la semana pasada en la semifinal de ida, con un tanto del español Fernando Torres, a los 64’. Ya en tiempo extra, Frank Lampard, a los 98’, de penal, y otra vez Drogba le dieron al conjunto londinense una ventaja de dos goles, que se redujo en el minuto 117 con un tanto de Ryan Babel, para el 3-2 final, que hizo delirar a hinchas y jugadores del Chelsea. Ante 42.000 espectadores y bajo una pertinaz llovizna primero y una copiosa lluvia, luego, el Chelsea sacó pasaje a la final con justicia.
El entrenador israelí Avram Grant volvió a contar con Lampard, que regresó al equipo tras la muerte de su madre, y de Michael Essien, quien en el partido en Liverpool estuvo suspendido. Con ellos dos, más el talento del alemán Michael Ballack, y la potencia de Drogba, el local generó peligro desde el inicio hasta el final.
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