
Ante ello, un cuadro que intentó a punta de garra y coraje, aunque con poquísimo fútbol e ideas, voltear el resultado, no pudo hacerlo. Si bien se cambió el sistema y se busco ser más ofensivo, jamás se supo cómo serlo exactamente. Y el ataque falló, de nuevo. De nuevo como en todos los partidos de esta temporada. Apenas dos goles ha logrado Bolognesi en lo que va del año, tanto en amistosos como en oficiales. ¿Es posible eso para un equipo que aspira a clasificar a la segunda fase del torneo más importante de América? No, definitivamente.
Ni el primer ni el segundo tiempo. Hubo algunas jugadas claras de gol que ni Juan Diego González Vigil ni Mostto aprovecharon. Ambos llegaron a reemplazar al goleador Cominges, pero ninguno ha demostrado estar a la altura, y menos para la Libertadores. Ni siquiera el propio Ross. Diez minutos antes de terminar el partido, Bolo la tuvo en sus pies, en un penal. Pateó por primera vez, y el arquero tapó, aunque adelantado. El árbitro cobró la repetición. Y Ross volvió a fallar. Fue la sentencia para un partido que ya no se iba a ganar. (Fuente : RPP)
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