Boca Juniors venía mejor y era el gran favorito. Pero en los clásicos eso no cuenta. Y River lo demostró, logrando empatar a uno en la Bombonera. Fue un buen partido que comenzó con un gol muy temprano, antes de que se cumpla el primer minuto. Mientras los hinchas se acomodaban luego del pitazo inicial de Pezzotta, Ledesma venció a Carrizo y decretó el primer gol que, según se vio en el transcurrir del partido, parecía abrir el camino a la goleada. Y es que Boca fue mucho mejor en el primer tiempo. Se le notó más ambicioso y peligroso que su rival, que tuvo que sufrir más de la cuenta para irse al descanso con apenas el 0-1.
Es un clásico y los millonarios crecieron en la segunda parte. Otra actitud imperó entre los jugadores de Passarella que hizo que se acordaran del buen fútbol que podían ofrecer, sobre todo el triángulo Belluschi-Rubén-Rosales, que tuvo una buena actuación. El empate llegó a los cinco minutos de comenzado el complemento, gracias a una buena definición de Rosales. A partir de allí, el partido se hizo para cualquiera. Boca salió y desnudó su defensa, cosa que la visita supo aprovechar para llevar peligro. Pero el empate fue definitivo. Definitivo y perjudicial: Boca perdió la punta y River se sigue alejando.
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