El Liverpool, verdugo del Chelsea, y el Milán, que ayer eliminó al Manchester United, disputarán el 23 de mayo en Atenas la final de la Liga de Campeones 2007, dos años después de la que protagonizaron en 2005 en Estambul, donde ganó su quinta corona continental. En aquella ocasión, el Liverpool se hizo con el título en la tanda de penaltis (3-2), después de finalizar el tiempo reglamentario y la prórroga con empate a tres goles. La de Atenas será la undécima final para el Milán, que ha ganado seis, la última en 2003 frente al Juventus; y la séptima para el Liverpool.
Lo que hizo ayer el Milán fue fantástico. Memorable y difícil de igualar, porque le tapó todas las posibilidades al Manchester, en tal magnitud que el equipo de Alex Ferguson no generó ni una sola ocasión de gol sobre la valla de un imperturbable Dida. Kaká, Gattuso y Seedorf jugaron para el ensueño, sobre todo el primero, imparable para los defensores ingleses. El primer gol llegó a los 11 minutos de la inicial, cuando Kaká encontró un balón libre y le pegó con el perfil deseado. A los 29 minutos llego el segundo. Error en la salida de Heinze, y Seedorf que vence al meta holandés. Cuando ya Manchester estaba entregado, Gilardino en una veloz contragolpe puso el tercero.
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